¿Sabías que la primera fresadora fue tan innovadora que mantuvo sus características y funcionalidades iniciales durante siglo y medio?
¿Sabías que la primera fresadora fue tan innovadora que mantuvo sus características y funcionalidades iniciales durante siglo y medio?
Como en muchas otras ocasiones, la primera constancia que se tiene del uso de una fresadora está relacionada con un conflicto bélico. En 1789, el gobierno estadounidense solicitaba al inventor Eli Whitney la fabricación de armas de fuego ante una inminente guerra contra Francia. Whitney desarrolló un modelo nuevo de fabricación basado en la generación de piezas de rifles muy similares entre sí que permitiesen el intercambio de las mismas entre diferentes armas. Los diseños quedaban recogidos en una especie de patrones que había que seguir para la elaboración de las piezas. Fue aquí donde surgió la necesidad de una máquina que permitiese cortar los metales siguiendo estos patrones específicos. De este modo Whitney desarrollaba la primera fresadora en 1818. Esta máquina supuso toda una revolución y fue tan adelantada a su tiempo que mantuvo sus características y funcionalidades iniciales durante siglo y medio.
Fue aproximadamente tras este siglo y medio cuando Nicolás Correa, con una plantilla de 12 personas, comenzaba a fabricar sus primeras fresadoras. La primera de todas sería la BC-2000. Tras ella, Correa se lanzó a la producción de la gama F2, con embragues electromagnéticos que permitían incrementar la capacidad de desbaste manteniendo la precisión. La F5UA fue el modelo desarrollado entre 1967 y 1975, fresadoras de mayor tamaño, con ciclos cuadrados y cúbicos que aumentaba su competitividad a nivel mundial. A finales de los 70, la estructura de las fresadoras Correa se modifica por completo con la incorporación de bancadas que dotaban a las máquinas de una mayor robustez. Por primera vez Nicolás Correa aplicaba la tecnología “box in box” en el diseño de sus fresadoras. La siguiente innovación sería la aplicada a la fresadora Correa A-30 con la incorporación de control numérico. Y a partir de los 90 los nuevos modelos Correa posicionan a la compañía como una de las líderes europeas en soluciones de fresado.
La primera fresadora mantuvo sus características iniciales durante un siglo y medio mientras que, tras este periodo, el desarrollo de las mismas experimentó un crecimiento acelerado como ocurrió en el caso de la gama Correa. Novedades tecnológicas y estructurales han cambiado por completo nuestro concepto de fresadora y sus aplicaciones siendo una herramienta imprescindible en el mecanizado de piezas de muy diversos sectores.